Más luz


¿Has estado alguna vez en la cárcel?

¿Has visto de cerca cómo funciona el sistema penitenciario?

Yo sí y son junto con las plantas de psiquiatría,

el infierno en la tierra.

La máxima expresión de alienación del ser humano.

Un pozo de desgraciados sin recursos económicos

ni contactos suficientes para salir de ahí.

En mi experiencia vital,

quienes llegan a entrar son personas

que lo último que necesitan en sus vidas es una cárcel.

Normalmente están enfermas y necesitan ayuda.

Instituciones y una sociedad con humanidad.

Recursos que mejoren su bienestar, y no que lo empeoren.

Si mejoran, mejoramos todos.

Porque desde mi punto de vista,

el grado de enfermedad de una sociedad depende del grado de enfermedad de sus componentes.

Encarcelar y tratar como se trata en una cárcel, 
definitivamente no es la solución para curar a nadie.

Cuanta más sombra tenemos, más amor necesitamos.

Más compasión.

Más comprensión.

Más luz.


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