A veces puede parecer


A veces puede parecer que los problemas de las personas con movilidad reducida se limitan a la accesibilidad.
Sin embargo la historia se complica mucho más.
Uno de los asuntos que más daño nos hace a usuarios de órtesis (no conozco el asunto con las prótesis, pero si la usas nos puedes contar también tu experiencia) es la gran mafia que existe en el mundo de ortopedias y el sistema sanitario.
La órtesis que nos recetan por ejemplo a las personas con secuelas de polio,
sin la cual no podemos dar un paso,
es más bien una máquina de tortura en sí misma.
Y la tortura se multiplica cada vez que tienes que ir a hacerte una.
Actualmente en España la mayoría de técnicos que sabían cómo fabricar esa máquina de tortura están jubilados o muertos.
Así que tienes que ponerte en manos de incompetentes ambiciosos.
Incompetentes que te hacen ir una y otra vez a la ortopedia porque no dan con la tecla.
Te hacen sentir una inconformista quejica, y te bloquean de tal manera que te da miedo exigir.
Órtesis más largas o cortas de la cuenta.
Órtesis dobladas como eses, te hacen heridas y llagas.
Imagina unos zapatos que te hacen daño.
Pues ahora póntelos hasta el muslo e intenta caminar.
Cada día, todo el rato.
Y si ya caminar de por sí te cuesta, imagina con eso a cuestas.
Tu cuerpo se destroza. Los dolores te machacan.
Cada vez tienes menos ganas de moverte porque hacerlo es contraproducente.
En las salas de las ortopedias he pasado una gran parte de mi vida.
Sé que no soy la única.
“Vuelve mañana y lo miramos de nuevo”.
“Déjame aquí el aparato que lo desmonto y lo veo”.
Muchas de nosotras hemos sufrido maltrato por parte de los ortopedas.
Ansiedad. Impotencia. Desesperación. Inseguridad.
Todo por lo de siempre.
Maldito dinero.
Yo de momento me estoy librando porque después de mucho sufrir decidí ir por otro camino.
Pago mucho, me cruzo el país y en un par de días tengo una pierna nueva.
Ahorro durante años para poder librarme de ese mal.
Sin embargo pronto de nuevo estaré en peligro.
Eusebio se me jubila el año que viene.
Dudo que para el siguiente todo haya mejorado.
Solo de pensarlo, tiemblo.



Comentarios

  1. Yo llevo uno hace más de treinta años...no me lo cambio por nada del mundo.
    Pero tengo que dar gracias a que mi pierna ...no engorda ni adelgaza y gracias a eso no me haré ningún bitutor...tenéis razón...es un martirio....eso y estar toda una vida...pon y quita...hasta que nos vayamos al otro mundo.
    No se lo d seo ni a mí peor enemigo.
    Saludos y ánimo para todos

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  2. Ese aparato es igual que el mio y es verdad todo lo que dise no a y profesionales son chapuceros a llevarse el dinero

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  3. Así es el mío, como duele.

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  4. Asin es un suplicio pero es como andamos pero no tienen derecho de a busar para ponerse rico ellos es culpa de todos si estuvieran vigilado no arian lo que le dan la ganas no son cualificados

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