A
mi también me rechazó mi primer amor por creer que no podría ir a
bailar con él.
Yo
también fui maltratada y amenazada con no ser capaz de estar sola.
A
mi también me dijeron “a ti quién te va a querer”.
A
menudo también en la calle me paraban para preguntar “ ¿a ti qué
te ha pasado?”
Como
me educaron de aquella forma, en lugar de mandar a la mierda,
siempre
respondí “tuve polio”.
Lo
siguiente era “pobrecita, con lo guapa que eres”.
También
tuve que aprender a decir “ de pobrecita nada, que soy feliz”.
Y
sobretodo tuve que aprender a creérmelo.
Desde
que recuerdo mi deseo sexual fue intenso.
Aprendí
el truco para ligar: “españoles ni uno”.
Los
extranjeros me trataban más como a una igual.
Yo
también me harté de follar.
Quizás
buscando la aceptación que no encontraba como mujer fuera de la
cama,
me
especialicé en hacer felices a los hombres que me acompañaban.
Sexualidad
al fin y al cabo condicionada.
Yo
también he tenido que aprender a reconstruirme para quererme y
aceptarme.
Hoy
me siento más libre.
Hoy
he aprendido que la vida es maravillosa.
Que
los límites más graves solo están en nuestra mente.
Hoy
amo mi cuerpo y todo lo que le pertenece.
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Todo mi amor 💕