Había
una vez una rana con solo tres patas.
La
gente se sorprendía cuando la veía saltar.
Ella,
escandalizada les gritaba “¿pero qué os pasa? ¡Claro que puedo
saltar! ¡Soy una rana!”
Ya,
pero solo tienes tres patas le replicaban.
“Bueno¿
y qué? Aunque tenga tres dos una o ninguna pata soy una rana.
Mi
naturaleza me ayuda a saltar.
Menos
escándalo y más actuar.
Si
de verdad queréis hacer algo por los demás, construid una rampa
hacia el estanque.
Así
no solo yo llegaré más fácil, sino también las ranas más viejas,
que no os fijáis,
pero
tienen grandes dificultades.
Además,
ninguno de vosotros estáis libres de perder patas o envejecer.
Menos
admirar, y más conciencia.”
Todos
escuchaban embobados a la rana,
Ya
no veían sus patas, sino su coherencia.
Empezaron
a construir rampas en todos los estanques.
Y
vivieron felices sin comer perdices, que las ranas son más de
insectos de siempre.
Bonito e interesante .
ResponderEliminarMuchas gracias 😊.
EliminarHasta las ranas son más inteligentes y coherentes que muchos humanos
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