Amén


La vida es un regalo.
Cada día, cada instante.
Solo desde la serenidad del alma se puede apreciar.
2018 comenzó con fiebre altísima y el corazón hecho añicos.
Un comienzo nefasto dio lugar a un final de paz en el alma.
Año de aprendizajes, otro más.
Calma que me acompañas,
quédate a mi lado al menos un rato más.
Calma que me acompañas,
contágiate a las demás.
La felicidad que nos deseamos estos días es efímera y sin profundidad.
Visto lo visto,
mejor, mucho mejor, nos acompañe la paz.
En el que viene, y en los que queden por venir.
Amen, amemos.
Amén.

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