Con lo que me gusta la vida,
hay días que me despierto deseando
que pase cuanto antes
y pueda volverme a acostar.
Todo me cuesta tanto,
sentarme en la cama,
vestirme,
colocarme el aparato
y levantarme.
Encajar lo desencajao,
valorar los puntos de dolor,
respirar hondo
y seguir.
Cualquiera lo diría.
La gente que no está cerca,
solo ve una mujer que cojea
con una sonrisa inmensa
que ilumina el día.
Nadie puede imaginar lo que hay detrás.
Es lo que tienen las enfermedades silenciosas,
que solo gritan para quienes las padecen.
Nunca se sabe quién puede sufrir qué.
De ahí la necesidad de empatía respecto a los demás.
Quizás quien te crispa con su coche,
está lleno de dolores.
Quizás quien te increpa por la calle,
no puede con su alma herida.
Quizás si nos queremos más,
el mundo sonría mejor.
Quizás,
solo
quizás.
Quizás pero solo quizás mañana me levante sin un nuevo dolor pero solo quisas esa es la esperanza que hace que sigamos en pie día a día
ResponderEliminarUn abrazo enorme! Gracias por comentar.
Eliminar