Ser una más

Si has sufrido las consecuencias del virus de la polio, 

esta frase te resuena hasta el tuétano, seguro. 

Así nos educaron. Para ser “una más”.

¿Qué significa eso exactamente?

Negar nuestras limitaciones. 

Encajar en un mundo estandarizado con unas exigencias superiores, 

ya que nuestro cuerpo en muchas ocasiones no llega donde llegan los demás. 

Ser una más se convirtió para muchas en una losa 

que provocaba la traición a nuestras propias necesidades. 

Hemos dado más de lo que podíamos muchas veces, 

simplemente por ser una más, 

para que “no se note que somos cojas”.  

Eso nos impedía y nos impide transmitir muchas veces nuestro desasosiego, 

nuestro cansancio, 

nuestro dolor. 

El sobre esfuerzo físico y mental al que hemos estado sometidas toda la vida 

pasa factura en algún momento. 

Ayer hablando con un compañero, volví a tomar conciencia sobre esto. 

Él me decía “ he estado siempre haciendo todo y más, por ser uno más. Antes medio podía. Ahora que ya apenas tiro de mi cuerpo, quienes me rodean piensan que sigo pudiendo, que solo me tengo que animar” 

Esa es su experiencia, pero también la mía y la de muchas otras personas con secuelas de polio. 

Desde estas letras quiero animarnos a contar,

 a dejar de auto exigirnos, 

a no permitir que lo hagan los demás. 

A posicionarnos en nuestro lugar, 

sin el qué dirán 

y sin el pobre de mí. 

Un lugar sano, 

donde nuestras limitaciones forman parte de nuestro día a día,

 sin reventar. 

A no ir más allá, 

por querer ser una más.