Genio y figura

Cómo molas tito de mi alma.

Incluso ahora, que tu salud flaquea.

Recuerdo cuando

en mi recién estrenada adolescencia,

venías de visita a Granada.

Contigo hablaba de todo.

De sexo y de amores,

como con ningún otro adulto podía.

De tú a tú.

Con toda la naturalidad que corresponde al tema.

Siempre me sentí identificada contigo,

veía en ti partes de mí misma

que nadie más comprendía.

No imaginas lo que me calmaban tus visitas.

Yo era una mente inquieta en búsqueda constante,

además de un saco de hormonas palpitante.

Y tú siempre me entendías,

siempre me entiendes.

Te veía poco, apenas una vez al año.

Desde que nací ya vivías en Suecia.

Allí te llevó tu azarosa vida,

vida intensa,

vida llena de vida.

Y allí te quedaste.

Tú que eres tan ardiente,

necesitabas el frío del norte para calmarte.

Tienes mil historias que contar

que seguramente se irán contigo a otra parte.

La discreción te caracteriza.

Y por mucho que te he intentado sonsacar,

tienes secretos que jamás compartirás.

Tus vivencias de joven.

Con guiris, como yo entonces.

Tus vivencias de más mayor,

que no han dejado de ser igual de intensas.

Hoy he hablado contigo.

Me ha vuelto a inundar esa alegría de siempre.

Me cuentas que has vivido la vida que has querido.

Que te gusta tanto estar por aquí

que por eso te resistes a irte

a pesar de tus múltiples dificultades

para quedarte.

Me dices que disfrute la vida.

Que es lo mejor que tiene.

Que para eso estamos aquí.

Me cuentas tus deseos para cuando partas.

Quieres donar lo que sirva de tu cuerpo a la ciencia

y el resto que lo quemen

y se lo lleve el aire.

No quieres funerales,

lutos ni duelos.

Quieres que los que te quieren

hagan una fiesta y sean felices.

Que gocen de la vida,

como tú siempre has hecho.

Tito Luis, te quiero.

Lo que sé, es que aquí o allá,

estaremos unidos como lo estuvimos,

como lo estamos.

Disfruta cada segundo con tus risas

y tu buen humor.

Ojalá vuelvas pronto que sé que tienes ganas.

Te abrazo con toda mi alma, con todo mi amor.

Tito de mi alma.

Genio y figura.







Comentarios