Lo del libro

Soy lenta para todo.

Ayer me recordaba el Facebook, que hace siete años

empecé a buscar activamente

un hogar a las orillas del paraíso.

Siete años después, lo tengo.

Temporal, pero lo tengo.

Así es todo.

Voy despacio,

vivo pausadamente.

Tardo en aprender y asimilar conceptos.

En adaptarme.

En encontrar mi equilibrio.

Tardo mucho pero soy constante.

Tengo fuerza de voluntad y si algo me propongo,

antes, o más bien después,

lo consigo.

Mi siguiente objetivo,

además de encontrar un lugar más estable junto al mar,

es lo del libro.

Hace unos años le dije a mi madre,

medio en broma, medio en serio :

“mami, voy a leerme 1.000 libros más, y cunado los termine de leer,

escribiré mi propio libro”.

En aquel momento era más un sueño

que una posibilidad real.

Eso de ponerme a “escribir un libro”,

no lo tenía nada claro.

Lo que no sabía entonces,

es que ya estaba haciéndolo sin darme cuenta.

Los cachitos ya iban saliendo poco a poco a poco de mí,

para plasmarse en letras.

Ahora tengo una buena colección.

Mi blog es impracticable por la cantidad de entradas que hay.

Así que se acerca el momento.

Ahora que tengo paz y estabilidad.

Que no deseo nada más que lo que tengo.

Que agradezco todo lo que la vida me regala sin parar.

Ahora es el momento de recopilar, dar forma y publicar.

Me apetece.

En parte por ego, en parte por alma.

A ver si empieza a hacer frío y los días se acortan.

Que con este tiempo solo me apetece estar en la playa.

Yo, que ya soy de tardar.

Como decía tengo fuerza de voluntad.

Soy muy perseverante.

Y esto me lo he propuesto.

No sé si tardaré tres, diez o mil.

Solo sé que si la vida me regala más tiempo por aquí,

lo haré.

Me comprometo conmigo misma

y no soy de fallarme.

Con tiempo.

A su amor.

Llegará.

Ya veréis.