“Te vas a acostumbrar a estar sentada
y nunca más vas a andar.“
Esto me auguraban quienes me quieren
antes de decidirme a rodar en scooter.
Los miedos de los demás,
me hacían dudar.
¿Será verdad?
¿Me quedaré sentada para siempre?
Pues no, mire usté.
Resultó todo lo contrario.
Desde que ruedo puedo recorrer caminos
que jamás soñé.
Desde que ruedo me salieron las alas
que tenía escondidas en algún lugar.
Desde que ruedo me siento más libre,
más yo.
Y camino, también camino.
Cuando lo hago estoy más descansada
y puedo andar con más ganas.
Sin forzar, sin hacerme daño.
Mucho más sano.
Mi cuerpo no necesita más excesos.
No me queda nada que demostrar.
Solo a mí misma,
que me tengo que cuidar.
Si estás en este momento de decisión
entre sentarte a rodar o no,
te animo a hacerlo de todo corazón.
Seguramente te dirán lo mismo que me decían a mi.
Seguramente tus miedos al rechazo,
al deterioro o a empeorar despertarán.
Una vez que lo superes,
estoy segurísima de que vas a flipar.
Lo único que consigues es abrir más puertas,
aunque algunas, las de la accesibilidad
es cierto que se cierran.
Porque seguimos viviendo en una sociedad
mucho más enferma que nosotros.
Pero eso ya lo sabes de siempre.
Se trata de seguir viviendo
con la mejor calidad de vida posible.
No tener que forzar tu cuerpo para llegar
es amarte más.
Dejar de hacer cosas porque no tienes fuerza
se soluciona con unas buenas ruedas.
No temas.
Vuela.
Nos lo merecemos.
Llegar al cielo
y
más
allá.
Me gusta, muchas gracias. un abrazo.
ResponderEliminarLo que escribe aquí esta compañera de
ResponderEliminarlucha por querer ser como los demás y no poder y si embargo machacarnos, hasta llegar a como estamos en la actualidad hechos polvo, es la realidad de los afectados de la polio, Gracias compañera de fatigas un abrazo enorme.
Muchas gracias a ti por compartir tu sentir. Abrazo enorme 🤗
EliminarOjalá te hubiese descubierto hace tres años... Por forzarme, por querer seguir haciendo lo que hacía, tuve una caída en casa que me ha dejado Kai. El hueso del fémur se rompió y salió por encima de la rodilla y por eso caí destrozándole también toda la rodilla, y eso de la pierna que tenía mejor y era la que me sostenía. Pero 59 años llevando todo el peso de mi cuerpo eran muchos años... Y aunque me advirtieron no hice caso. Si te hubiese leído antes seguro que habría reflexionado y hubiese cogido mis ruedas que son como alas, como bien dices y posiblemente esto no hubiese pasado.
ResponderEliminarUn abrazo grandote cielo y muchas gracias por comentar tus experiencias.
Vaya.... siento muchísimo tu caída.
EliminarMuchas veces tenemos que llegar al límite para aprender. Y nosotras más que nos educaron para "resistir". Un abrazo inmenso y gracias a ti por estar y compartir tu sentir.
Tienes mucha razón, pues yo me he sentido así dándome vergüenza de que me vieran la gente que me conocían, Pero tienes mucha razón pues hace mucho tiempo que no veía el mar y porfin lo he conseguido aunque sea sentada en mi scooter. Gracias por tus vivencias.
ResponderEliminarMuchísimas gracias a ti por compartir tu experiencia y tu sentir. Abrazos enormessssss
EliminarEres una CAMPEONA
ResponderEliminar