El cuerpo es sabio y para seguir adelante
borra la huella del sufrimiento.
Y como se nos olvida,
pues volvemos a caer
en los mismos errores de siempre.
Perdemos con facilidad
el enfoque en lo que importa.
Nos distraemos fuera de la esencia.
Entonces es cuando el cuerpo,
la vida o lo que sea
vuelve a ayudarte con un mensaje
claro y contundente:
para, vas mal, ese no es el camino.
A mí me lo hizo el pasado domingo.
Sufrí una crisis de neuralgia de trigémino,
de esas que el cuerpo olvida rápido
para poder avanzar.
Sin embargo voy a intentar
quedarme con el mensaje.
Más despacio todavía.
Que con todo este paraíso que me rodea,
me vengo arriba y olvido mi propia fragilidad.
Pierdo tanto los miedos,
que también pierdo
la sensación de vulnerabilidad.
Es difícil a veces encontrar el equilibrio.
Por eso la vida te ayuda.
Jodiéndote el trigémino o el coche.
Lo que sea,
pero te ayuda.
En nuestras manos está
poder interpretar el mensaje con claridad
y reconectar.
Una no quiere sentirse así de débil,
pero es lo que hay.
Aceptarlo no es cuestión de un momento.
Dura toda la vida.
Y en eso estamos,
en eso seguimos.
Aprendiendo.
Comentarios
Publicar un comentario
Muchas gracias 😊
Por estar, por leerme y encima dedicar un ratito de tu vida más para compartir tu opinión y tu sentir.
Todo mi amor 💕