Sin dolor

Desayunar sin dolor. Dormir sin dolor. Hablar y respirar sin dolor.
Por fin en este lado, sin olvidar a quienes se quedan en el otro.
Muy consciente de que la línea que divide la vida con dolor de la vida sin dolor es muy fina.
Valoro y agradezco vivir sin dolor.  Cotidianamente no lo hago. Olvido que soy mortal y que la enfermedad y el dolor acechan.  Lo olvido supongo, para vivir.
Quizás vivir  más conscientes de la muerte nos ayudara a querernos.
Quizás si todas sufriéramos neuralgia de trigémino a la vez y dejáramos de padecer la tortura del dolor a la vez, nos diera por unirnos centrándonos en lo esencial.  Esto es absurdo. Son solo ganas de que el mundo sonría.
Me encantaría compartir lo que aprendo de tanto sufrir, que sirviera de algo no solo a mi. Sé que no. Que cada una aprendemos de nuestra propia experiencia, jamás de las ajenas.
Quizás hoy por fin, estoy soñando sin dolor. Desvariando sin dolor :)

13 mayo 2014

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