Ahora
que el sol aprieta y acucian las ganas de mar.
Este
encierro ha sido tan diferente a lo conocido.
Un
encierro con mejor salud, cambia las formas.
Antes,
dejar de viajar era siempre por no poder alinear
mi
cuerpo con mis ganas.
Ahora,
con ganas y cuerpo, me lo impiden
los
intereses de unos cuantos.
Amenazas
de multas millonarias y calles sin vida,
escenas
de película de ciencia ficción.
He
pasado por estados y sentimientos muy distintos.
He
conectado con la vulnerabilidad de quienes más sufren
y
he intentado colaborar para aliviarla.
Me
he vestido de paciencia para evitar la locura del sinsentido.
He
comprobado horrorizada la facilidad
para
manipular al ser humano.
Nos
han robado los abrazos, los besos y el querernos.
Todo
muy justificado.
Según
sus crueles intereses.
El
miedo como herramienta infalible,
poniéndolo
todo del revés.
Callé
porque los sentimientos se me atascaban dentro.
Me
falta el mar, la montaña y la poesía.
Poco
a poco, vamos respirando.
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Todo mi amor 💕