Erase una vez un reino reinoso y reinado

Erase una vez un reino reinoso y reinado.

Lo curioso del reino reinoso y reinado

es que un día ordenaron robar la sonrisa,

los besos y los abrazos a sus habitantes.

Ya de antes, todos andaban medio descolocados,

sin saber quererse.

Sin embargo esa orden, la acataron sin rechistar

y sin pensar en las consecuencias que cumplirla traería

para sus almas ya dañadas.

Obedecieron como solían hacerlo, aunque igual un poco más.

Tenían una caja tonta que lanzaba imágenes de horror y destrucción

por si en algún momento dudaban sobre qué hacer.

Los habitantes del reino pasaban horas pegados a la caja.

Sin sonrisa, sin besos, sin abrazos.

Acusando al que osaba sonreír.

¡A la hoguera con el de la sonrisa! Gritaban desaforados.

Sus almas se retorcían de dolor.

Las sonrisas de otros eran el espejo que no soportaban mirar.

Su esencia se iba borrando cada día, a cada paso.

Pronto no supieron vivir sin obedecer

cada una de las instrucciones que recibían.

El reino reinoso y reinado se iba pintando de gris oscuro.

Sólo se vestía de color cuando alguien osaba

a abrazar en algún rincón escondido a quien se dejara.

Esta es la historia del reino reinoso y reinado

cuyas sonrisas, besos y abrazos fueron robados.