Los fisios de mi vida

 Con 5 meses me infectaron 

al inyectarme la vacuna de la poliomielitis. 

A los ocho meses de edad 

empezó mi relación con los fisioterapeutas. 

Los primeros años de mi vida su buen hacer fue fundamental 

para la rehabilitación de los músculos recuperables 

después del ataque del virus. 

Hasta los 17 años iba diaria y religiosamente al hospital 

donde con mucho esfuerzo 

conseguimos en equipo 

la mayor movilidad posible. 

De aquellos años recuerdo a alguno, 

pero ninguno con especial cariño. 

A los 17 años el médico rehabilitador 

me comunicaba que ya no podían hacer más por mí. 

Que hasta ahí. 

A partir de entonces tendría que nadar para seguir en forma. 

Así lo hice. Además de todo lo demás.

Fue ya sobre los 30 cuando me di cuenta 

de que mi cuerpo necesitaba cariño profesional. 

Manos sabias que le dieran 

lo que el virus y la vida de sobre esfuerzo 

le habían robado. 

Empecé una nueva etapa de relación con gente maravillosa, 

a cada cual más y mejor profesional. 

Probé la osteopatía y me gusta aún más. 

Desde entonces, normalmente una vez a la semana 

alguien cuida mi cuerpo. 

Recuerdo todos y cada uno de los nombres 

de las personas que lo han estado haciendo, 

y desde aquí va mi más sincero y profundo agradecimiento. 

Todos me han dado más de lo que le he pagado. 

Han dedicado sus conocimientos, su humanidad 

y su cariño a mejorar mis músculos, mis tendones, 

mis tejidos, la circulación de mi sangre...., 

mi calidad de vida al fin y al cabo. 

Las terapias manuales son fundamentales 

y necesarias para los pacientes con secuelas severas de polio. 

Nadie las paga, nadie las cubre, nadie las considera. 

Si las queremos, tenemos que auto financiarlas, 

igual que todo lo demás. 

La inseguridad social no cubre 

a los pacientes crónicos como nosotros. 

Estas líneas además de un agradecimiento a los fisios de mi vida, 

son una reivindicación. 

Muchos compañeros de fatigas 

no pueden permitirse un lujo 

que no es un lujo, sino una necesidad. 

De niños conejillos de indias. 

Abandonados de adultos. 

Este mundo del revés. 


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