Doliente y sonriente


 







La muerte me enseña cómo vivir la vida.

Aprendo en cada muerte que vivo.

En la vida sin muerte,

a menudo olvido la esencia.

Gracias a quienes mueren

vuelvo a conectar con la vida.

Lo que importa y lo que no.

Que el amor todo lo inunda.

Que me acompañan seres maravillosos

sosteniéndome cuando voy a caer.

Que a pesar de todo,

solo puedo agradecer.

Soy muy afortunada en esta vida.

Aunque a veces cueste seguir,

lo esencial es fácil.

Respirar es fácil.

Sentir es fácil.

Amar es fácil.

Seguir aquí

acompañada por las de allí,

un regalo que paladeo.

Así estoy,

doliente

y

a ratos

sonriente. 

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