“¡Hola
vecino!¿ qué tal?”
Hablamos
por los codos,
en
la música coincidimos.
Decidimos
quedar algún día para tocar.
Una
hora después,
“Bueno,
me voy a comer ya”
Después
de unos días
y
una docena de huevos como excusa,
volvimos
a vernos.
Tú
tocabas la guitarra como los ángeles,
mientras
yo aporreaba el piano embelesada.
Me
puse colorá cuando fluimos por casualidad.
Y
así empezó todo, hace más de nueve meses ya.
¡Qué
barbaridad!
Yo
que me perdía entre las ondas,
me
encontré entre tus brazos.
Risas,
aventuras y caricias se entrelazan en mis recuerdos.
Construimos.
Sanamos.
Antes
aprendimos lo que no queremos repetir.
Renunciamos
a nuestros egos.
Sencillamente,
nos
amamos.
Gracias
por todo.
Gracias
por tanto.
Qué preciosidad! ❤🌹
ResponderEliminarGracias bonita!
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