Desunión

La desunión agota, duele, resquebraja...
Aflora nuestra oscuridad.
Nos miramos con recelo, como quieren.
Dejamos de amarnos, equivocamos el objetivo,
 ¡perfecto para sus cruentos planes!
Y así alimentamos su juego maldito, maldito juego.
¿Seremos capaces de mirar dentro de
cada una de nosotros y en los demás, recordando lo que nos une?
¿No son las personas y las ganas de algo más justo?
¿No es, ante todo, el AMOR?
La Re evolución para mí es posible desde el alma y sin sufrimiento gratuito.
10 marzo 2014

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