He vuelto a perder
la noción del tiempo.
Luci, nuestro Luci,
ha estado muy enfermo.
Aún sigue convaleciente.
Su recuperación no es fácil.
Un tornado de emociones
se apoderó de mi.
Lo di por muerto.
Y entonces volví a conectar
con la paz de la muerte.
Primero el dolor.
Luego la paz.
Sigue vivo.
No quiero que muera,
por supuesto.
Quiero que siga con nosotros
mucho años más.
Pero tampoco quiero que sufra.
Esta vida es
para vivirla con calidad.
Si no,
es mejor pasar a otra cosa,
mariposa.
Esto de tener hijos bichos
puede llegar a ser en ocasiones
muy
muy
duro.
Ellos son tan fuertes,
que se niegan a mostrar su debilidad.
Y a veces te encuentras
con un deterioro
que ni siquiera podías imaginar.
Mi niño, mi Luci.
Luci de Lucifer.
Porque cuando era bebé era un terror.
Y su papá decidió llamarlo así.
El terror más cariñoso
que he conocido nunca.
Saca mis sombras más oscuras.
Saca mi luz más luminosa.
Desde luego no deja
a nadie indiferente.
Es precioso.
Por fuera y por dentro.
Un amor.
Estamos contentísimos
de que haya vuelto a casa.
Dos días sin él
han sido una eternidad.
Ya descansa tranquilo,
en la cama.
Donde pertenece.
En nuestro hogar.
Mi Luci, mi amor.
Quédate un ratito más con nosotros.
Que tu vacío es bastante insoportable.
Te amo Luci.
Quédate un ratito más,
por favor.
Esto es expresar emociones vivas cuando se habla de muerte. Enhorabuena a la autora de tan genial creación
ResponderEliminarNo puedo contestarte en Facebook,no se porqué
ResponderEliminarPero te leo y me encanta lo que escribes. En casa tenemos gatas ahora dos,en marzo cruzó el arcoiris mi Lola ,un ángel peludo que nos dejó un hueco tremendo. volcados estamos en Elvira y Pepa ,sabiendo siempre que se irán antes que nosotros,salvo que algo nos haga pasar a mejor vida a sus humanos.
Un abrazo y que se reponga pronto