Recta final hacia un sueño

 


Transito la recta final.

Estoy a tan solo una semana

de cumplir mi sueño.

De no volver al asfalto

el próximo verano.

De vivir junto a mi mar de amar.

Casi no me lo creo.

Aunque el desapego está teniendo sus momentos,

lo llevo mejor cada vez que pienso

en las olas lamiendo la arena.

Vaciar más de 20 años de vida

es más complicado de lo que imaginaba.

Tantas historias y recuerdos acumulados.

Ya no me sirven en mi viaje.

Ya puedo volar más libre.

Al final no me estoy despidiendo de nadie.

Vivo como si no me fuera.

Solo que en casa todo está lleno

de cajas y revolución.

Aquí se quedan muchos corazones hermosos

que hicieron mi paso por estas tierras

más dulce y ameno.

En mi alma quedan todos esos momentos.

Niños que vi crecer.

Adultos que vi llorar.

Historias que acompañaron

mi caminar primero

y luego mi rodar.

Muchas horas de plaza,

de parque,

de buscar en el cielo

la paz que no encontraba en el suelo.

Casi al borde de los 50 años

voy a vivir por fin como quiero.

Siempre he sido lenta.

Pero segura.

Y avanzo.

Hasta alcanzar mi meta.

Cumplir mi sueño.

El mar me espera.



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