Gracias por tanta vida

Se acerca el día de mi cumpleaños.

Inevitablemente antes de cumplir,

hago recuento.

Entro en un estado

de conexión profunda conmigo misma,

sin buscarlo.

Sucede.

Antes lo pasaba muy mal,

porque a veces resulta doloroso

lo que encuentro.

Ahora estoy preparada para lo peor

y entonces solo lo gozo.

Este año, voy a llegar a los 49

si el universo así lo desea.

A mi me parece una cifra impresionante.

Y más en estas condiciones.

Que sí, que físicamente estoy más jodida que qué,

eso no hay quién lo dude.

Pero afortunadamente he aprendido a mirar más allá

de mi cuerpo, sus dolores

y sinsabores.

Me siento inmensamente agradecida

por todo lo que la vida me ha vuelto a ofrecer.

Yo que creía que todo esto estaba acabado,

sin embargo los regalos siguen llegando.

Transito por uno de los mejores momentos de mi existencia,

si no el mejor.

Vivo a orillas de mi mar de amar,

en una casita linda con jardín.

Temporal, sí, pero aquí estoy ahora,

con el levante rugiendo en mi puerta.

He aprendido que el instante

es lo único que cuenta.

Me rodean tres almas gatunas maravillosas,

que me colman de amor y risas cada día.

Encima, me tropecé en mi portal

con mi compañero perfecto.

Compartimos cada día con mucha risa,

más amor

y muchas ganas de seguir creciendo

y construyendo juntos cada momento.

¿Qué más puedo pedir?

Cuando todo lo de fuera se desmorona,

mi alma se recompone.

Suena a paradoja, ¿verdad?

Así que gracias.

Gracias a la vida

y a las mil oportunidades

que me regala para ser feliz,

para estar en paz.

Gracias por tanto amor.

Gracias por tanta vida.



Comentarios