Llamar a las cosas por su nombre

¿Porqué nos cuesta tanto trabajo 
llamar a las cosas por su nombre?
El maltrato sucede cuando alguien te trata mal. 
También cuando tú misma te tratas mal. 
Edulcorar con palabras parecidas 
no ayuda a tomar conciencia de la situación. 
¿Porqué tanto miedo a admitir lo que es?
No queremos sentirnos vulnerables supongo. 
Y no nos damos cuenta 
de que cuando más lo somos 
es al negarlo. 
Cuando sientas ese pellizco en la tripa, 
que no sabes qué es, 
pero no te sientes bien, 
suele ser una señal 
de que alguien está tratándote mal. 
Ya sea otra persona o tú a ti. 
El cuerpo nos grita 
lo que la mente intenta callar. 
Escucha tu cuerpo, 
tus sensaciones. 
No temas reconocer lo que pasa. 
Vivir en la ignorancia 
respecto a los malos tratos 
duele más que empezar 
el camino del cambio. 
No nos enseñan a querernos. 
Nos enseñan a aguantar, 
a soportar. 
A poner buena cara.
A fingir que todo está bien.
Fracasar no es admitir que no es así. 
Fracasar es seguir siendo infeliz 
traicionándote a ti misma. 
Cuídate mi niña. 
Entérate de que mereces 
respeto y cariño.
Empieza por dártelo tú. 
Lo demás vendrá rodado. 
Llama a las cosas por su nombre. 
El miedo está en el otro lado. 





Comentarios