40 grados

Este año hemos vivido una primavera primaveral.
Por primera vez en tanto tiempo.
Lo único bueno del encierro,
es que hemos dejado a la Tierra en paz.
Ella nos ha devuelto el detalle,
regalándonos flores, bichos
y agua.
Esa parte, nos ha sentado bien.
Volver a conectar con lo que fue
antes de que nos lo cargáramos.
Ahora llega el verano,
y aunque volvemos a hacer daño,
la Madre nos regala los 40 grados.
¿Sería posible seguir funcionando
sin maltratar tanto

a quien nos permite respirar? 

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