Mensajería instantánea


Mi pareja y yo hemos decidido dejar de comunicarnos por mensajería instantánea.
Ambos nos criamos con un teléfono en casa que tenía un circulito para marcar los números.
No supimos nada de móviles hasta ser adultos.
Sin embargo hemos tenido más de un desencuentro debido a la inmediatez del wasap o el telegram.
Me consta que no soy la única.
Esta revolución de la falsa comunicación nos ha atrapado.
Y sin aprender nada, ni adaptarnos poco a poco a su utilización,
nos hemos entregado en cuerpo y alma.
¿Te acuerdas cuando vivías tranquila sin estar pendiente de quién te dice qué?
De joven yo me comunicaba mucho por carta.
Esa sensación de esperar al cartero se ha prostituido.
Lo que antes era una linda y emocionante espera,
ahora se transforma en exigencia.
Y así no se puede vivir.
Así no quiero vivir.
Las nuevas tecnologías son “nuevas herramientas” que han invadido nuestras vidas
sin haberlas aprendido a utilizar.
Cada vez soy más consciente de su efecto nocivo en mi vida y en mi salud.
Intento reducir su uso.
Intento alejarme de las horas pegadas a una pantalla.
Intento acercarme al sol y los cielos llenos de hermosas nubes.
Me entrego mejor a la vida. 
Me entrego mejor al amor.  

Comentarios