El
planazo era preparar la maleta y volar
con
mi hermanito
al
mar.
Lo
iba fraguando desde hace días.
Tenía
muchas muchas ganas.
Sobretodo
de estar con él.
Amo
a mi hermano.
Empezó
la inestabilidad y el cambio de tiempo.
Y
mi cuerpo a resentirse con todo.
Dolor,
cansancio, aturdimiento, malestar….
Síntomas
consecuencia del virus que me metieron
cuando
tan solo tenía 5 meses de edad.
Ayer
ya lo intuía,
pero
lo peor de todo consiste en aceptarlo.
Todavía
creía que podría,
que
en el último momento algo me salvaría.
Hoy
al despertar, mi cuerpo gritaba ya.
Me
doy un baño de agua caliente con sal,
a
ver si así me recupero y me voy.
Pues
no, qué va.
¿Y
al desayunar? Con la energía del alimento… igual….
Tampoco.
¡Que no! ¡Que lo aceptes!
Que
te quedas sin hermano y sin mar.
Pero
yo quiero… si consiguiera unas poquitas de fuerzas nada más…..
Cuanto
más te resistes peor es.
Porque
la resistencia solo agota más
y
es energía que pierdes para aceptar.
Sin
embargo no me acostumbro.
No
termino de aprender del todo.
Sigo
siendo humana.
Sigo
queriendo hacer lo que me gusta.
Sigo
intentando con todas mis ganas.
Hasta
que el cuerpo me dice basta,
descansa,
relaja.
Te
quedas y te jodes.
O
te quedas y disfrutas de otra manera.
Como
prefieras, pero quedarte, te quedas.
Ya
elijo yo como.
En
el momento que acepto, todo se calma.
Acaba
la resistencia.
Sigue
la vida.
Que
cuando tienes muchas ganas
y
las fuerzas no te acompañan
cuesta
un poquito más.
Esclava
del virus, respiro.
Podrá
limitar mi cuerpo,
jamás
mi alma.
24
octubre día internacional de la polio y síndrome post polio.
Qué hermoso! Totalmente identificada con tus sentimientos!
ResponderEliminarEscribiste como con mi pluma, bello y desgarrado.
ResponderEliminar