Llueve.
La tierra
se empapa
con las gotas
sagradas.
Árboles y plantas
gritan
alborotadas.
Los pájaros
cantan.
A pesar
de tanto lamento
la vida
es hermosa.
La magia
maravillosa.
Vivir así,
despacio,
supone
un regalo.
Me alegro
cuando llueve
y también
cuando sale el sol.
Me estremezco
con la ola
que se rompe.
Me emociono
ante
mi propia
respiración.
Llueve.
No deja
de llover.
Mi cuerpo
se retuerce
mientras
mi alma
goza.
Conecto
con la tierra.
Enraízo.
Soy.
Amo la vida.
Siento
mi
corazón.
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