Septiembre

Hoy he recibido un mensaje

de una amiga maravillosa:

“Septiembre y tú en tu casa, japuta.

Seguir viviendo disfrutones.”

Me he partido de risa.

Además me ha hecho consciente

del lujo de vida que tengo.

Entre obra, sinsabores

y otitis aguda

apenas he tenido un momento

para saborear la ilusión

del sueño cumplido.

La vorágine de todo

me ha impedido celebrar.

Gozar.

Ni siquiera hemos podido inaugurar.

Tan agotados estamos.

Exhaustos, la verdad.

Sin embargo el mensaje de mi querida Bea

me ha devuelto a la realidad.

Cuando la mayoría de humanos

salen despavoridos a su asfalto,

yo sigo junto a mi mar de amar.

Mi campito.

Mi autosuficiencia.

Mis boniatos creciendo

y la tomatera que no avanza

ni pa trás.

Estoy sentada en mi sillón

y en lugar de edificios

tengo enfrente las higueras

y el alcornoque.

¿Se puede ser más afortunada?

Poco a poco iré aterrizando.

Poco a poco iremos disfrutando

de todo lo que hemos construido

en este tiempo de locos.

De momento, gracias Bea

por traerme a la tierra.

Gracias vida

por concederme

lo que tanto he deseado.

Gracias amor,

por hacerlo posible

y acompañarme también

en este viaje que es vivir.



Comentarios