Es posible.
Sí lo es.
El amor incondicional.
Otra forma existe.
Nunca me conformé
con lo que había encontrado.
Buscaba,
no paraba de buscar.
Así entre otras cosas,
conocí mundo,
almas
y cuerpos.
Hasta que encontré.
Encontré al compañero soñado.
Juntos hemos construido
la Casa del Amor.
Cada ladrillo
está consensuado.
Al principio no fue fácil.
Toda la vida a mi bola
y ahora tenía que llegar
a mil acuerdos.
Yo, que soy cabezota.
Sin embargo, construir así
era también mi sueño.
Poco a poco fuimos
cogiendo inercia.
Ayer llegamos al momento
“decoración”.
Fue un gustazo.
Cada cosa tiene “su sitio”.
Y ese sitio lo vemos los dos.
Tardamos poquísimo
en colocar.
Se nos ha quedado preciosa.
Cada vez es más hogar.
Así que sí,
se puede.
Se puede amar
y ser amada.
No te conformes.
No te quedes a medias.
No tengas miedo a la soledad.
Todo llega.
Sólo hay que estar.
Y dar.
Y recibir.
Amar.
Amar.
Amar.
Precioso
ResponderEliminar