De locura y mundo loco

 

He estado gritando sola en casa en medio de la noche,

desesperada

y creyendo que me iba a volver loca para siempre,

sin posibilidad de retorno a la cordura.

He tenido que dar la vuelta en la autopista en mitad de un viaje,

porque la ansiedad me impedía avanzar un kilómetro más.

He estado en un hospital acompañando a un ángel muy joven con un brote psicótico,

mientras los gritos y el ambiente de la planta de psiquiatría

conseguían que cualquier atisbo de cordura

se demoliera al instante.

He llevado a otro ángel a urgencias de psiquiatría tras varios intentos de suicidio

y paranoia desbocada

y me han dicho que me lo llevara a casa

porque allí solo podría estar peor.

Conozco muy de cerca a muchas personas con ansiedad, depresión, manías, neurosis, psicosis,obsesiones, paranoias.

Conozco muy de cerca la falta de recursos sociales,

médicos y amorosos para todos estos asuntos.

Conozco muy de cerca el desahucio médico y social de personas maravillosas

que terminaron en la cárcel por no ser atendidos a tiempo,

haciendo daño a los demás sin desearlo.

En esto, como en todo, la solución es engordar los bolsillos de los laboratorios.

La consecuencia es el rechazo social y el aislamiento de quienes sufren.

Si quieres ayuda de calidad la pagas con el no dinero que suelen tener las personas

que son incapaces de gestionar sus vidas para generarlo.

Y a veces ni siquiera con dinero,

se encuentra un entorno amable y amoroso en el que sanar.

Es una vergüenza lo que estamos haciendo con los más débiles de nuestra manada humana.

Es un despropósito, que estando la mayoría de nosotros en el filo de la salud mental,

no gestionemos los recursos necesarios para sentirnos mejor.

Este mundo está más loco que las que sufren discriminación por serlo.

Sería tan maravilloso que pudiéramos amarnos más.

Que pudiéramos conectar con nuestra alma y crear un mundo del derecho de una vez.

A ver si toda esta locura colectiva que vivimos en estos tiempos,

nos conduce a un lugar

donde la luz brille por fin,

donde el amor reine

sobretodaslascosas.

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