“En el Palmar la gente no tiene tiempo
más que para vivir”
Me comenta Olimpia entre risas.
Y es verdad.
Olimpia es una mujer muy sabia
a la que le agradeceré siempre
que sea mi hada madrina
en mi nuevo hogar.
El universo es así de maravilloso.
Allá donde vas,
te regala las oportunidades
por si estás abierta para poderlas aprovechar.
El primer día que llegué,
aparecieron ella y su fiel compañero
para darme justo lo que necesitaba.
Me abrió las puertas del paraíso.
Yo las atravieso con paso firme y sereno.
Aquí no hay polis de balcón,
apenas hay balcones
o polis.
Aquí hay sonrisas sin máscaras
y más amor que miedo.
Escapé del asfalto y los ojos tristes
para llegar a las palabras amables
y el arrullo del mar.
Me siento feliz y emocionada
con esta aventura
tan tan deseada.
Ahora por fin empiezo a sanar
de tanto despropósito vivido
en los últimos tiempos.
Entre humanos que no olvidaron serlo.
Entre bichos felices
por poder conectar con su esencia.
Cantando las más bellas melodías.
Entre arena, viento y mar.
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