Soy economista

Trabajé en un banco.

Soy economista.

Dos afirmaciones

que suelen dejar en shock.

Ninguna de las dos “me pegan”.

Sin embargo son ciertas.

Estudié por inercia

algo que no sabía ni lo que era.

Luego, por dinero,

trabajé en un banco.

La inercia y el dinero me llevaron

por caminos muy desagradables.

Lo único bueno de mi trabajo

fue el contacto con la gente.

Y poderles informar de la mafia

con la que estaban tratando.

Y poderles evitar

comisiones innecesarias.

También mi pensión actual

es consecuencia de aquellos barros.

Épocas muy duras de mi vida.

Primero me diplomé en Empresariales.

Luego me licencié en Económicas.

Ni una ni otra me gustaron jamás.

Lo del banco fue ya

la peor pesadilla

hecha realidad .

Casi cada tarde

llegaba llorando a casa

por tanto desastre.

Ver lo que hacían

con otros seres humanos

me mataba.

Así enfermé tanto

que tuve que dejarlo.

En la vida nunca sabes.

Cada tortura

esconde una oportunidad.

Al menos así lo he vivido yo.

Las situaciones más duras

con el tiempo

me han regalado mucha paz.

Solo hay que tener un poco de paciencia,

ganas

y actitud

para mejorar.

Colorín colorado,

al final terminé

junto al mar.

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