Este calor sofoca y agota.
La despedida está siento a lo grande.
Me cuesta encontrar la poesía
en las calles chirriantes y ardientes.
Los árboles despojados de sus grandes copas,
apenas dan sombra.
¿Recuerdas el árbol más grande de tu barrio?
¿Sigue vivo?
¿Igual de saludable que hace 30 años?
¿Lo “podan” mutilándolo para que no manche las calles?
Esa es la moda desde hace años.
Y ahora nos cuentan que si lo del cambio climático.
Lo llevan preparando desde hace tanto.
Nos quitan el oxígeno
que nos mantiene vivas y fresquitas.
Y luego nos hacen sentir culpables
por tirar un plástico
en el contenedor que nos corresponde.
De verdad que los humanos mandamases
no dan puntá sin hilo.
Y nosotros aquí calladitos.
Obedeciendo.
Repitiendo consignas
que ni siquiera entendemos del todo.
¿Cuándo?
¿Cuándo?
¿Cuándo despertaremos?
¿Cuándo nos volveremos humanos de nuevo?
¿Cuándo empezaremos a cuidar lo que de verdad importa?
¿Cuándo nos amaremos a nosotros mismos
y a todo lo que nos rodea?
¿Cuándo?
¿Para cuándo?
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Todo mi amor 💕