La
ansiedad está infravalorada.
A
pesar de estar constantemente en nuestras conversaciones,
no
conocemos sus profundidades
ni
somos conscientes de todas sus manifestaciones.
De
todos los males físicos y mentales que he tenido durante mi vida,
lo
peor de todo sin duda han sido las épocas de ansiedad constante.
Quien
ha vivido un ataque de ansiedad, sabe de lo que hablo.
El
resto, puede intentar imaginarlo,
es
imposible comprenderlo.
La
ansiedad nace cuando negamos nuestros sentimientos.
La
resistencia es fuente infinita de malos momentos.
“Quiero
que esto pase” “no quiero sentirme así” “no puedo permitirme
estar triste”.
Frases
detonantes.
En
un ataque de ansiedad a menudo crees que te mueres.
Como
poco te sientes enloquecer.
La
ansiedad me sigue acompañando.
Solo
que ahora es mi aliada, me la conozco y nos respetamos.
Me
avisa cuando me despisto.
Ya
no alcanza los picos de antaño, aprendí a atajarla mucho antes,
reconociendo
el sentimiento que esconde y dejándolo ser.
También
respirando.
La
respiración es fundamental para la vida,
y
no nos enseñan a darle importancia.
Cuando
calma tanto.
El
sistema hoy en día te empastilla.
Los
orfidales inundan las mesillas de noche en la versión light del
tema.
Y
es que todo lo que se está construyendo deshumaniza.
Y
si el humano no puede desarrollar sus capacidades naturales,
como
bichos que somos,
nos
ahogamos.
Todo
es para ayer, no hay tregua.
Los
ratos de nada son tiempo perdido.
El
silencio acojona, la soledad más.
Pero
no pasa nada, siempre quedará el diazepám.
Mientras
las farmacéuticas se forran,
los
humanos enloquecen,
y
aquí no ha pasao ná.

Comentarios
Publicar un comentario
Muchas gracias 😊
Por estar, por leerme y encima dedicar un ratito de tu vida más para compartir tu opinión y tu sentir.
Todo mi amor 💕