No todo vale

No, no todo vale.

Como sabéis a mediados de diciembre del año pasado

compramos nuestra casita soñada.

Soñada porque está en un lugar natural,

con árboles y mucha paz.

A pocos minutos del mar.

En pleno campo.

Un regalo para el alma.

La vivienda en sí,

no es accesible.

Cualquiera que me lea,

pensará que estoy loca.

Comprar algo que no puedo utilizar.

Probablemente lo esté.

Pero además, he sido engañada.

El vendedor resultó ser además constructor.

De estas personas que constantemente se vanaglorian

de lo honestas que son.

Es un detalle que a menudo me hace sospechar.

Sin embargo, estaba tan deseosa de cumplir mi sueño,

que le creí.

Le pedimos presupuesto para accesibilizar

tanto la vivienda como el exterior.

Nos dio una cifra que sumada al precio de la compra,

podíamos asumir.

Le aseguramos que haríamos la obra con él.

Había buen rollo y confianza.

Él no paraba de recordar

que le gustaban las cosas claras.

Cuando ha llegado el momento de la verdad,

la cifra que nos dio antes de la compra,

se ha multiplicado por cuatro.

Alucinando, le intentamos explicar

que no teníamos dinero para tanto.

Pero a él le da igual.

Quiere seguir haciendo caja con nosotros.

A cualquier precio.

Confiamos en él

y ahora estamos en una encrucijada.

El próximo 31 de mayo

se nos acaba el alquiler de temporada.

Nos quedamos sin casa.

Y la nuestra, la nueva, sin poder utilizarla.

Estamos como locos

buscando nuevas opciones para reformarla.

Parece que el universo nos está empezando a ayudar,

que falta nos hace.

Yo confío en los seres humanos.

Así lo he hecho desde que recuerdo.

Me han engañado alguna que otra vez.

Pero vuelvo a confiar.

Y así moriré, confiando.

A ti que engañas sin pudor

te recuerdo que no todo vale.

Que en algún momento lo entenderás.

Que de alguna forma te enterarás.

Mientras tanto, recuerda que el dinero

no es más que vil metal.

Que el alma limpia

es la que te deja descansar.

Que la vida es más vida

cuando cuidas

y te dejas cuidar.

Yo seguiré amando.

Seguiré confiando.

Y de alguna manera,

sé que saldremos de esta.

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