¡Madre mía!
Más de un mes sin escribir.
Echo tanto,
tanto de menos
mis letras.
Mi alma se desconecta.
Se disocia de mi cuerpo
y vuela.
No sé ni quién soy.
Queda un ligero
rastro de mí.
Un cachito, apenas.
Hormigonera,
radial,
machota
y mochetas.
Locura integral.
Días de desequilibrio,
desatino
y sombras
sin luz.
Los cachitos que llevo dentro
son infinitos.
Taponaos con los enchufes
a medio poner.
Menos mal que
los bichos.
Menos mal que
mi compañero de vida.
Menos mal
que el mar cerca.
La locura me rodea.
Las malas formas.
Contengo mi ira
para no explotar.
Busco la paciencia
entre el alcornoque
y el pino.
Allá,
donde se está fresquito.
Ruidos.
Roces.
Rabia.
Cuerpo que duele.
Almas que vuelan.
Almas por volar.
Todo mezclado.
¡Qué lío!
Queda poco.
O eso quiero creer.
Deseando volver
a mi rutina.
A mi quehacer.
A mis días serenos.
A la paz en mi ser.
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Todo mi amor 💕